Agresión escolar, fotografía ilustrativa tomada de ElUniverso.com
Darío Pale
Xalapa, Ver.- Rodolfo Cruz Vadillo, Especialista Educativo, reconoció que actualmente se viven escenarios de violencia en todos los aspectos, y las escuelas no son la excepción a ello, aseguró que el problema es que los maestros no saben cómo afrontar y que hacer ante ese tipo de situaciones.
Entrevistado previo a la conferencia “Educación Inclusiva, Perspectiva y Posibilidades frente a la Violencia Escolar 2018”, organizada por la UPAV, en la biblioteca Carlos Fuentes señaló que es por ello que además de los contenidos académicos que se enseñan en las escuelas, se debe enseñar a los estudiantes en los planteles educativos sobre la importancia de la convivencia escolar, para poder hacer frente y abatir la violencia desde esos espacios.
Dijo que en los espacios educativos se ha dado una respuesta equivocada en torno a la violencia y es que la primera solución que se otorga en más escuela ante una situación violenta es suspender o expulsar al menor del plantel, en lugar de que el maestro se convierta en su apoyo para sacarlo del entorno de violencia.
“Antes de todo tiene que ver con la sensibilización y comprensión de lo fenómenos que están viviendo los profesores, una vez que cambian el paradigma de que el problema está en el otro, el profesor es capaz por si mismo se puede autoformar con una visión más claro”, aclaró.
Y es que, insistió en que si a los estudiantes la única opción que se le da es expulsarlo del plantel por una actitud violenta, es muy alta la probabilidad de que se refugien en los grupos de la delincuencia organizada, que contrario a las escuelas, los recibe con los brazos abiertos.
“Cuando uno se acerca a sus historias de vida, se da cuenta que la única solución que ha tenido es los golpes, ¿qué hace el profesor?, lo castiga, lo expulsa, nos damos cuenta que seguimos reproduciendo los mismos mecanismos de afuera, pero cuando el chico se va expulsado no se va con una orden de las Carmelitas Descalzas, se va con el crimen organizado que es el que los recibe, apoya y lo hace sentir parte de”, agregó.
Señaló que es necesario que los docentes conozcan los intereses, problemáticas y casos de éxito donde el estudiante ve que le interesa a alguien y como a través del diálogo pudo cambiar el rumbo de su vida, pues tuvo unas manos que lo sostuvieron y acabaron con su escenario de violencia.
“Lo que es evidente para los profesores han sido los síntomas de violencia y son los que atacan, pero no van a las causas, y es desde el espacio escolar y de la educación inclusiva es que se tiene una propuesta para hacer frente a esa violencia, que no se pueden erradicar desde la escuela, pero pueden servir en espacio para hacerle frente a los escenarios adversos”, finalizó.

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