Columnas

El encarcelamiento de Lula, promovida por el juez Sergio Moro sin pruebas contundentes y bajo el argumento de la defensa del Estado de derecho, nos ponen de nueva cuenta en las condiciones políticas previas a las dictaduras militares del cono sur.

El fallo (en el más estricto sentido de la palabra) del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que coloca en la boleta omo candidato presidencial al gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, representa una puñalada trapera al proceso electoral en curso, pues avala “jurídicamente” el fraude como método para hacer política y participar en los comicios que se organizan en México.

Quién le puso el dedo a la que se puede considerar la magna obra del desprestigiado sexenio del devaluado Quique Peña, fue Andrés Manuel López Obrador, quien por el momento y desde hace ya varios meses, es el puntero en todas las encuestas para obtener tan preciado cargo.

Se sabe que varios municipios, están intentando resolver sus problemas con el Órgano de Fiscalización Superior, el ORFIS, a través de una solicitud de reconsideración, para no ser afectados en sus cuentas, toda vez, que hasta el momento, existe decisión clara y precisa de poner en conocimiento de la Fiscalía General del Estado, los desvíos detectados y que necesariamente requieren de una denuncia.

Todos los días desde hace ya varios meses, AMLO dicta la agenda y los ritmos de los tiempos políticos. La estrategia del PRI y del PAN en las semanas pasadas se concentró en una fuerte pugna por ver quién de ellos subía más en las encuestas peleándose por el segundo lugar.

El caso más patético de todos es el de su candidato por el distrito de Córdoba, el empresario José Abella García, dueño de un grotesco pasquín en aquella zona en el que se dedica a insultar hasta a sus familiares, a descargar sus desequilibrios emocionales y a explotar y criminalizar reporteros.

Los que han invertido ya fuertes cantidades de recursos económicos en la construcción del nuevo aeropuerto internacional, ven, en la posibilidad de que López Obrador, sea Presidente, el verdadero peligro, no para México, sino para sus propios intereses que tienen en este aeropuerto, como en otros negocios de grandes inversiones económicas.

De los aproximadamente 87 millones de mexicanos que integran la lista nominal en este momento, 25 millones están en el grupo de 18 a 29 o 30 años, que es la generación denominada de los “milenians”. Número de electores que pueden en un momento dado decidir una elección, si tomamos en consideración que la elección del año 2012 se ganó con aproximadamente 12 millones de votos.

Mientras para funcionarios menores, que en el mejor de los casos recibían órdenes superiores, se aplica la ley de manera implacable, para sus jefes, auténticos “peces gordos”, pareciera que aplica el perdón. Y sobre todo, el olvido, de parte de un gobierno que prometió no olvidar.

En realidad Téllez Marié no hace las funciones de secretario de Seguridad Pública, sino que es un operador político que actúa en época electoral a través de las corporaciones policiacas. Y que además se encarga de hacer el “trabajo sucio”.